Un violento y angustiante momento se vivió en la noche de ayer en un kiosco ubicado sobre calle La Laja, en el barrio Recabarren, en el departamento de Albardón, a pocos metros de la Escuela Regimiento de Patricios. Dos empleadas fueron sorprendidas por delincuentes armados que intentaron robar el comercio mientras se preparaban para cerrar.
Según relataron las jóvenes, todo ocurrió minutos antes del cierre del local. Dos hombres llegaron en una moto de 110 cc, y uno de ellos se hizo pasar por cliente con la excusa de comprar un cigarrillo. Tras entregarle mil pesos a las trabajadoras, otro fuerte golpe en una de las puertas laterales del negocio alertó a las empleadas: el segundo sujeto, vestido con un mameluco, irrumpió en el lugar empuñando un arma de fuego.
En un instante de tensión absoluta, el delincuente apuntó directamente al pecho de una de las chicas, mientras algunas clientas que se acercaban al comercio quedaron paralizadas por el miedo al ver la escena. Evitando cualquier grito por temor a una tragedia, las jóvenes actuaron con determinación: en un impulso desesperado, lograron forcejear con los delincuentes, propinarles un golpe y sacarlos del local.
Los ladrones, frustrados por no poder concretar el robo, huyeron rápidamente en la moto, apuntando nuevamente hacia las trabajadoras mientras escapaban. Afortunadamente, no lograron llevarse nada del lugar.
